Ariadna y yo siempre hemos tenido una visión un poco especial de lo que es la Asesoría de Imagen, pero cuando la compartimos suelen decirnos que estamos un poco locas, que esa idea en la industria de la imagen moderna no se sostiene, pero pese a todo es nuestro ideal de cómo debería aplicarse esta profesión nuestra. Y de hecho fue el que nos uniera esa forma de ver las cosas lo que dio origen a Dos Bellas Muy Bestias.
Por eso hemos pensado que hoy deberíamos compartir ese ideal con vosotros.
Las dos teorías predominantes en la Asesoría de Imagen Personal
En la teoría de la Imagen Personal (y así lo podemos ver en la morfología y, especialmente, en el visagismo) existen dos corrientes opuestas:
1. La primera, más radical, constata las formas ideales, el canon, y determina los pasos o estrategias para alcanzarlas o crear la imagen virtual de que nos ajustamos a ellas.
2. La segunda, moderada, expone el abanico de posibles formas que existen y promueve potenciar el punto fuerte de cada una de ellas, el rasgo más bello.
Generalmente, se suele aplicar la primera. En la práctica, esto significa que la figura ideal de la mujer es el reloj de arena y el rostro perfecto es el ovalado. Punto. Todo lo demás se sale del canon y por ello hay que aplicar correcciones (de maquillaje u ópticas, mediante el estilismo) para que visualmente parezca que nos ajustamos a esa forma. Esto suele ser lo que se entrena en la formación, a crear ese efecto. La última tendencia es más reciente, y pese a que poco a poco se van instaurando otras formas de belleza, todavía cuesta alejarse de la manera que se ha tenido siempre de hacer las cosas. Incluso los que abrazan ciegamente el ideal de la corriente moderada se encuentran traicionándose en la práctica con recomendaciones que sólo tratan de ajustar al cliente al modelo establecido, porque no conocen otra forma de hacer las cosas.
Sin embargo, nosotras creemos que también existe un punto intermedio. Por tradición, incluso podría decirse que biológicamente, el ser humano (al igual que tantos otros animales) encuentra la belleza en la simetría y el equilibrio, por lo que el canon que nació en el Imperio Griego tiene su razón de ser. No obstante, eso no quita que todas las figuras y los rostros tengan algo bello que podamos potenciar. Equilibrar la parte superior y la inferior de una figura que está desproporcionada a través de volúmenes y efectos ópticos es una cosa, pero obsesionar a una persona con que su cadera es el mayor horror salido de los 9 niveles del averno porque es la parte más ancha de su cuerpo no es ni normal ni sano. Del mismo modo, podemos recomendar que alguien oculte sus ojeras porque le hacen parecer cansado. Pero decirle que debe embadurnar su rostro de dos dedos de corrector oscuro y corrector claro para pintarse un rostro ovalado encima de su rostro cuadrado porque es lo ideal es una tontería. Sobre todo, cuando podríamos estar diciéndole que potencie esos labios tan bonitos que tiene con un buen perfilado y un labial.
Democratización de la Asesoría de Imagen
Cuando comencé estos estudios, muchos que me conocían me dijeron que encajaban conmigo, que me pegaba estudiar eso porque soy persona de cuidar mi imagen y se nota. Pero esa afirmación de la gente que ya me conocía se ha convertido en algo muy diferente en la gente que no me ha conocido antes, y tanto a mí como a Ariadna nos ha ocurrido que cuando decimos que somos asesoras de Imagen, la gente lee entre líneas: "Sí, me preocupa la imagen, me preocupa MI imagen, y nada más". Así pues se asume automáticamente que somos personas superficiales y vacías.
Esta conclusión tiene su razón de ser, por supuesto, y no me refiero únicamente a que la imagen es, por definición, la capa más superficial de lo que el ser humano es. La industria de la imagen es un titán dictatorial que cual Moisés con sus tablas sentencia los mandamientos de cada temporada y pobre de ti si te atreves a traicionar los preceptos de Dior, Chanel, Saint-Laurent y los demás Altísimos. El asesor de Imagen, el estilista y el personal shopper son lo más parecido a los pelotas de las cortes reales de antaño que elegían las telas para los trajes de los reyes según lo que se veían en los palacios extranjeros; pertenecen al ámbito de los ricos y famosos y ni han estado ni están (ni pretenden) al alcance del vulgo.
Sin embargo, no tiene por qué seguir siendo así. Existe un aspecto de la Asesoría de Imagen que muchos parecen pasar por alto, pese a que es la piedra angular sobre la que la profesión se articula. Un asesor de Imagen te ayuda a verte más guapo. Y con ello no me refiero únicamente a que vayas a una boda y todos elogien la elección de zapatos para la velada, sino a que cuando te mires en el espejo te sientas mejor contigo mismo, reconozcas la imagen que el espejo te muestre y te gustes.
Podría parecer que en los tiempos que corren este es un aspecto demasiado banal y accesorio. Pero de eso nada; es precisamente en estos tiempos de crisis, de inseguridad y miedo por el futuro cuando todos necesitamos sentirnos más fuertes. Ni que decir tiene que estamos enfrentados a tanta tensión y situaciones conflictivas que nuestro estado de ánimo está muy debilitado, la depresión se propaga como los piojos en un campamento de verano y cuando nos vemos rechazados en una entrevista tras otra nuestra autoestima se convierte en pulpa de zumo. Y no es cuestión de ser unos engreídos narcisistas. Ver a alguien llorar a lágrima viva porque se ve en un espejo y no reconoce lo que ve, que se encierra en casa para no salir en todo el día porque no es como todo el mundo dice que debería ser, que prefiere enterrarse en mil capas de tela y morirse de calor a que nadie vea lo que hay debajo, a flor de piel, en una playa, no es fácil. Su dolor es un dolor muy real, uno que no sabemos apreciar de verdad aquellos que estamos lo suficientemente a gusto con nosotros mismos como para enfurruñarnos únicamente el día que el flequillo se nos despierta rebelde. La autoestima es una herramienta muy importante, y el papel del asesor de Imagen podría hacer mucho bien en ese campo desarrollando talleres para enseñar a la gente a ver lo bello que hay en ellos, a sacarse provecho, trabajando con psicólogos de la autoestima. Somos lo único que tenemos en este mundo, y si ni siquiera en nuestra piel nos sentimos bien, ¿qué nos queda?
Además, aunque no os lo creáis, la industria de la Imagen es una de las que mejor sobrellevan esta época porque la imagen hoy pesa más que nunca. El ser humano nunca ha sido tan visual en lo perceptivo, estamos rodeados por estímulos visuales por todas partes, y hemos desarrollado comportamientos basados en estos estímulos. Y no hace falta ponernos teóricos, ejemplo práctico; en una entrevista de trabajo antes el contenido del currículo hablaba por sí mismo sobre nuestras capacidades y trayectoria laboral. Hoy no es sólo el contenido el que habla de nosotros, la forma en que presentamos el mismo es lo primero que el entrevistador conoce sobre nosotros, y la sola disposición de los apartados ya le está hablando sobre nuestros procesos mentales. En lo físico ocurre lo mismo; ayer ser el más preparado era nuestra mejor baza, pero hoy en día hay tantísimos optando por el mismo puesto que no se conforman con contratar sólo al mejor preparado, sino también al que luce mejor, porque por el mismo precio te compras el recipiente más bonito.
¿Por qué no democratizar el concepto del asesor de una vez? Este servicio no debería estar sólo al alcance de aquellos que pueden pagarlo, sino al de aquellos que de verdad lo necesitan. ¿Estamos locas? "No es posible: no es lo que la imagen quiere vender, no sois una ONG", y otras tantas cosas por la línea que nos hemos encontrado. Pero es una dimensión de la Imagen que nos gustaría desarrollar y que creemos que ya va siendo hora de que se tenga en consideración.
Ruth
Gran entrada, me ha encantado de principio a fin. Aunque ahora mismo democratizar a los asesores de imagen parece una tarea titánica cuando nos están hinchando a recortes y ni los nutricionistas están cubiertos por la seguridad social. Mucho ánimo. Adoro vuestro blog :D
ResponderEliminarSí es una tarea titánica y si nos animamos a emprender el camino habrá que hacerlo pasito a pasito, cuando algo no existe toca explicarlo y convencer a todo el mundo de tu idea con calma y perseverancia. El blog y artículos como este son la base de esa montaña. Realmente espero que un día nos animemos a tirarnos a la piscina y nadar por nuestras vidas :P. Gracias bonita.
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