Adeptos

martes, 16 de septiembre de 2014

Geofagia o como llenarse la tripa de tierra.

¡Hola Monstruos! 

Hoy vuelvo yo de las (merecidas, aunque siempre cortas) vacaciones,  como podéis ver, voy fuera de tiempo, esto se debe a mi desastrosa capacidad organizativa (menos mal que nos queda Ruth), así que para recuperar  mis faltas, vengo hoy con una actualización recién sacada del horno. 

¿Recordáis vuestra tierna infancia, como sin ton ni son os metíais cosas en la boca? Como máximo secreto os contaré, que yo de niña me comía los vestidos y en general cualquier prenda de ropa másticable. Sé de buena tinta que algunos de vosotros os comisteis alguna que otra tiza, o la goma de borrar, o incluso devorasteis a lametazos el pegamento de barra. Los niños es común que coman cosas que no les aporta ningún valor nutritivo, a esto se le conoce como pica, un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria. Por lo general la forma más sencilla de que un niño deje de comerse los lápices es riñéndole al ver que se come un lápiz. 

Sin embargo yo hoy voy a ir un paso más allá,  voy a hablaros de la nueva moda Hollywoodiense: Comer arcilla. 
La geofagia. 


La geofagia (del griego geo, tierra, y phagein, comer) no es una práctica tan rara como nos pueda parecer, y no porque Shailene Woodley se haya declarado geófaga, si no porque en la naturaleza encontramos una serie de animales que se dedican a esta práctica (Aves, mamíferos, reptiles, insectos...), por lo general sus dietas requieren de minerales y sales que no encuentran de otro modo. A lo largo de la historia, en periodos y zonas de hambruna también se ha documentado esta práctica, dado que como en el caso animal, la tierra puede aportar nutrientes que no hay otra forma de conseguir, sin embargo ¿Qué necesidad hay en una sociedad que tiene a disposición de todos una variedad inmensa de alimentos, ponerse a comer barro? 


No me dedico a la medicina ni mucho menos, pero voy a hacer un ligero análisis desde mi campo de lo que puede suponer esta práctica ¿Sabríais decirme la de veces, desde que este blog abrió, que os he recomendado exfoliaros la piel?  Los exfoliantes son, por lo general, geles que tienen pequeños sedimentos de distintos materiales, algunos se tratan de conchas trituradas, otros de jabón cristalizado, otros de piedras trituradas (tierra), cuando usamos un exfoliante arrastramos la piel muerta de nuestra piel, y si frotamos en exceso podemos llegar a irritarnos, por eso es tan importante usar crema hidratante tras realizar esta práctica. Ahora vamos a imaginar que puede suceder en nuestros intestinos al comer barro. 


Tanto Shailene Woodley como Zoe Kravitz, aseguraron que comer barro les ayudaba a mantener su dieta, una cucharada al día y deben depurar que da gusto, arrasando por los intestinos todo lo que encuentren a su paso, pero no puedo dejar de preguntarme ¿ A que coste? ¡Qué es barro!


Os animo a contrastar opiniones al respecto, y a leer algún que otro artículo, porque no deja de ser un tema que trae consigo bastante polémica entre las nuevas modas de belleza y salud (¿Salud? ¿En serio?) 

Mordiscos, Ari. 

4 comentarios:

  1. Vamos, como el Activia pero sin bífidus.

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  2. Primera noticia que tengo jjajajaj que fuerte , donde vamos a parar jajaaj

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  3. La cantidad de veces que mi madre me pillaba de pequeña con la mano llena de tierra llevándomela a la boca y gritando: QUITA, ESO CACA. Y ahora se pone de moda comer barro, en la vida, si mi madre las viera no sé qué pasaría. Creo que se les está yendo de las manos lo "naturista" y las dietas, a saber qué es lo próximo ¿beber agua directamente del mar? ¿de la playa de la Malvarrosa?

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  4. Eww... No me imagino comiendo barro. A ver, el pegamento de barra cuando era pequeña vale. POR QUE SABÍA A COCACOLA, JODER. Pero el barro, es que no, que si que hacía maravillosas recetas de barro, hierbajos, agua y pelo de muñeca si fuese necesario pero nunca me lo he comido. En serio. ¿Qué demonios les pasa?

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