Todo puede ser que hoy me gane un par de enemigos aquí por lo que vengo a decir, pero antes que nada que nadie se sienta ofendido (que sí identificado, espero) con esta entrada.
Tendencias. Todos, antes o después, somos víctimas de ellas, y las dueñas de este blog siendo lo que somos lo sabemos mejor que nadie. Y sí, digo víctimas, no seguidores, porque el ridículo al que nos someten. Y lo peor de todo es que nos bombardean de tal manera que como eso es lo que se lleva esta temporada nos lo tenemos que poner para estar divinas, al final nos lo terminamos por creer. CRASO ERROR, mes amis.
Primera regla de la moda: TODO ESTÁ PERMITIDO.
Segunda regla: la primera regla es mentira casi siempre.
Al menos en pos del buen gusto y la elegancia, podríamos decir. O al menos si tenemos pensado ponernos algo que nos siente bien. Pero vamos a ver el top 3 de tendencias que considero más peligrosas para la salud de nuestra imagen personal de los últimos años.
3º lugar: el pitillo
Y, aunque hable de nocivos para la salud por pitillo no me refiero al tabaco, eso en otra entrada. Os hablo de los vaqueros con corte pitillo, skinny fit o como los queráis llamar. Vaquers pegados, de toda la vida, los que solían llevar los punks de los 70 y que poco a poco fueron cayendo en desuso. Hace varios años que vinieron a invadir el mercado nacional y desde entonces han sido la tendencia dominante en el corte de pantalón, pese a que desde el año pasado al menos es bastante más sencillo encontrar pantalones de todo tipo de entallaje en todas las tiendas. En esta imagen podéis ver los diferentes tipos de corte que hay tanto de camal como de cintura (el texto está en inglés, pero dado que ahora todas las tiendas utilizan la terminología anglosajona seguro que os suenan los términos):
En cualquier caso, cada tipo de vaquero está diseñado para un tipo corporal (ya os hablaremos de los tipos corporales en una futura entrada), por lo que a todo el mundo no le sienta bien lo mismo, y deberíamos tener esa idea en mente cuando nos los estemos probando.
2º lugar: la raya en medio
Este tipo de peinado que todas hemos sufrido de niñas a mano de nuestras despiadadas madres/abuelas armadas con un peine mojado es un arma peligrosa; nos da pie para peinados y recogidos muy elaborados y bonitos, pero para que resulte favorecedor requiere que la cara que hay debajo tenga unas facciones simétricas. De lo contrario sólo hace que resaltar nuestros defectos: una nariz torcida, una línea de la mandíbula muy cuadrada, un ojo más grand eque otro, esa ceja mala que todos tenemos...
Esta joven, la modelo Cara Delevigne, es una de las responsables de que últimamente tanta fashion victim trate de llevar este look dignamente. Pero no nos engañemos: ella es una top, y que a ella le siente bien (y eso que lo combina con unas peligrosas cejotas, de las que ya habló Ari aquí), no significa que a nosotras vaya a hacer otro tanto.
Mala suerte.
1º lugar: La cintura noventera
Combinación de tops cortos y cinturillas altas, cosa que está muy bien si tenemos una cinturita de avispa bien alta pero que en caso de que no sea así tiende a crear un tipo corporal de botella de Larios muy poco favorecedor, porque acorta la figura y nos hace más rechonchas y bajitas.
Así que, monstruas, entrenad la vista para ver más allá de la moda cuando os miráis al espejo para poder apreciar si os favorece de verdad o no lo que os acabáis de probar.
¡Felices fiestas!
Ruth
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