Villanas Disney. Maléfica y La Reina.

¡Hola, monstruos! 

¿Soy la única que está emocionadísima con el estreno de Maléfica en cines? Aun recuerdo la primera vez que vi el cartel hará un año y pensé  que todavía quedaba mucho, para poder ver a Angelina Jolie en tamaño gigante vestida de una de mis villanas favoritas. 

De niña habían dos malas de Disney que me gustaban especialmente, Maléfica y La Reina (Cuando no era una anciana) y ambas si nos paramos a pensarlo, comparten bastante en común que otros villanos de esta compañía no tienen: Belleza y elegancia.  A pesar de no ponerlas feas o desagradables, ni armarlas hasta los dientes, Disney consigue con la indumentaria y el maquillaje, darles un aspecto imponente y malvado. Vamos a ver como lo consiguieron en las versión infantiles de 1937 - 2012 (Blancanieves- Blancanieves y la leyenda el cazador) y 1959-2014 (La bella durmiente y Maléfica). 

Pues aquí las tenemos, si observamos un poco es muy sencillo ver cosas en común ¿No? Para empezar la indumentaria de ambas se basa en el negro y el morado, los son colores opacos, oscuros que aportan seriedad a quien los usa. Estos colores en contraposición a los colores que usan las protagonistas de sus películas ( Blanco, rosa, azul, colores tierra...) resultan mucho más agresivos, así que no solo  las usan a ellas para dar miedo, también utilizan a las heroínas de estos cuentos, y su ropa para que las villanas, parezcan incluso más malas. Si os fijáis esto es algo común que se repite, Gothel (Rapunzel) viste de granate y negro, Garfio (Peter Pan) de rojo, granate y negro,  Dr. Facilier (Tiana y el sapo)  de morado, rojo, burdeos y negro. 

Otro de los elementos que ayudan a que algo/alguien no parezca más agresivo, son los picos y las lineas rectas. Mientras que las líneas sinuosas nos aportan cercanía las angulosas no las restan, es por esto que a ambas las dotan de líneas muy marcadas, como en los rasgos, los cuellos de sus vestidos, las coronas y cuernos, además este último elemento da presencia al personaje, al proporcionarle mayor altura de forma directa se le atribuye mayor grandeza. 

Las formas puntiagudas del vestido de Maléfica, así como la forma y el tamaño que posee, no es suave y sinuoso. Todo él es un conjunto de características que motivan la idea de que este personaje es malo, agresivo y tiene poder. 

Por otro lado tenemos las cejas, el maquillaje y los rasgos de la cara.

Las cejas de ambas tienen una forma muy peculiar, las de Maléfica son completamente angulosas y las de La Reina descienden tanto que parece perpétuamente enfadada. Deciden maquillarlas con un color oscuro (Morado) probablemente hoy en día les habrían hecho un aumado en negro, pero en ambos casos el color de los ojos está completamente delimitado, cuando en maquillaje difuminamos algo queda mucho más suave y no tan agresivo. Y esos labios rojos... Aunque Blancanieves los use en pocas más buenas de Disney los veréis, y es que el rojo, es un color con mucha personalidad, fuerte, agresivo y asociado siempre a la femme fatale.

 Por último los rasgos, que son muy distintos la una de la otra pero que causan una sensación similar. Las dos mujeres tienen los ojos entornados (volviendo al asunto de la femme fatale) y parece que solo los abren cuando están verdaderamente enfadadas y ponen cara de loca.   Tenemos el caso de Maléfica, en el que han aprovechado marcar sus pómulos y jugar con una cara alargada y angulosa, este efecto no solo se logra por que ella tenga un mentón afilado, si no también por como asientan sus cuernos sobre la cabeza, ángulos y más ángulos. Por otro lado La Reina aunque si tiene curvas en las facciones, estás son demasiado marcadas (el corazón en la frente) y una barbilla demasiado ancha para una mujer femenina, y por tanto un rasgo que le endurece el rostro. 

¿Y cómo lo han conseguido con actrices reales? 

El principal elemento al que recurrieron con Charlize Theron en Blancanieves y la leyenda del cazador, fue la indumentaria, en especial los complementos, la corona puntiaguda, las garras de metal, el cuello alto... Se trata con una actriz con unos rasgos muy suaves, así que tuvieron que envejecerla, a primera vista no se nota, pero la zona de los labios si está maquillada para parecer mayor de lo que realmente es. Por otro lago retocaron las cejas, haciéndolas angulosas y oscurecieron el ojo ligeramente para darle sensación de hundido. 

Con Angelina Jolie en Maléfica,  recurrieron directamente a las prótesis en los pómulos, de esta forma se le hunde la cara y pueden crear el efecto de una M con los pómulos y el elemento que cubre sus cuernos, todo con líneas angulosas. Además han sido muy fieles con la indumentaria original, y aunque han abandonado el morado han mantenido el negro. No se han olvidado de las cejas, que nuevamente las han dibujado con un angulo muy marcado, para que estuviese en sintonía con los rasgos, y tampoco han descuidado las uñas. Finalmente han mantenido el uso del rojo en sus labios y han decidido ponerle unas lentillas que destaquen por su color entre todo lo demás, enmarcándolos con un ahumado, como había comentado más arriba. 

Así que ya sabéis monstruos, para parecer mas malvados, cejas con un punto de altura bien marcado, rojo en los labios y una corona con puntas apuntando al cielo. 

Mordiscos varios y disfrutad (los que vayáis) mañana el estreno.

Ari.  

Ser friki está de moda

¡Hola a todos! 

Espero que todos estéis pasando un domingo agradable y que todos hayáis ido a votar (¡hay que ser ciudadanos activos, mis queridas bestias!). 

Hace tiempo que llevo pensando en escribir esta entrada, y creo que no podría haber elegido un día mejor que hoy porque hoy...¡ES EL DÍA DEL ORGULLO FRIKI!

Hubo una época en que, por culpa de canales como Tele 5 y su telebasura, la palabra "friki" se asoció con personajillos de diversa calaña como Tony Genil o la Bruja Lola (si no sabéis quiénes son esta gente, MEJOR PARA VOSOTROS, creedme, no los busquéis).

Sin embargo, no siempre fue así. Años atrás, el friki era el cliente habitual de las tiendas de cómics y merchandising en general, ávido lector de literatura fantástica y de ciencia ficción, asistente a eventos como salones del manga y del cómic, el que iba el estreno de la última película de género y se disfrazaba de uno de los personajes... En resumen, la palabra, si bien no carente de connotación negativa, iba asociada a un entorno y nivel cultural muy diferente. El friki no era el payaso al que la gente ridiculizaba, sino el raro cuyas aficiones no comprendían. 

Hoy en día, por suerte, parece que se está recuperando la segunda acepción, y no sólo eso, sino que cada día es más guay ser friki. Y creo que gran parte de este cambio de aceptación en la sociedad se la debemos a estos chicos:

The Big Bang Theory y su ejército de bichos raros enseñó a la sociedad, a modo de parodia, que una sitcom con personajes un poco fuera del estereotipo es posible; es más, el fenómeno fan es una apuesta por el éxito seguro (como así demuestra la chorrilera de películas de superhéroes o basadas en cómics y libros que se han estrenado en estos últimos años). TBBT ha demostrado que te puedes reír de chistes sobre física o biología (aunque no estés seguro de entenderlos del todo), que hasta los chicos más "raritos" de la clase pueden encontrar el amor y que hay un capítulo apto para todos y cada uno de nosotros (en sus muchos episodios han hecho referencia prácticamente a todos los fandoms existentes), porque todos tenemos nuestro puntito friki.

Pero la explosión friki no se ha quedado en nuestras pantallas. El cliente friki es cliente que está acostumbrado a gastar mucho dinero en sus aficiones, y la moda ha tardado muy poco en aprovechar el filón. En los últimos años diseñadores y marcas más innovadores y extraños del panorama han dado rienda suelta a su imaginación con la creación de las piezas más exclusivas y extravagantes (y nosotros que les estamos muy agradecidos por ello).

ADIDAS, en su colección especial ADIDAS Originals decidió dedicar buena parte de su producción a todo lo relacionado con el mundo de Star Wars. Camisetas, sudaderas, zapatillas....de un bando u otro, hay atuendos para todos.

 Y es que Star Wars levanta pasiones. No hay más que ver la colección de gorras que le dedicó la marca NewEra.

Pero volviendo a ADIDAS Originals, uno de sus principales diseñadores, el americano Jeremy Scott, conocido por sus lo extravagante de todas sus colecciones (si todavía no habéis visto su colección para Moschino inspirada en McDonals echadle un ojo pero ya mismo) y por vestir a artistas como Katy Perry, Lady Gaga o las surcoreanas 2NE1, también ha dedicado piezas a personajes de televisión como Bart Simpson o Los Picapiedra. 

Otra aficionada a explotar la temática friki es la marca australiana Black Milk. Dedicados sobre todos a la producción de leggings, camisetas y vestidos, entre los mundos que han explotado encontramos Harry Potter, Juego de Tronos, Hora de Aventuras e incluso la Novia Cadáver, de Tim Burton. 

  

Pero no es necesario irse tan lejos o a marcas tan caras para encontrar una friki-influencia. Salid de compras por vuestra ciudad y si entráis en tiendas tan normales como Bershka o Pull&Bear os encontraréis cosas como estas (impensables en otro momento): 

 

Y no creo que haga falta que os mencione la impresionante colección de MARVEL que ha ido sacando Primark...

En resumen, ser friki está de moda, y además puede ser muy sexy. Porque si sobre los chicos frikis existe el estigma de marginados sociales, sobre ellas esta lacra no es menor, sino que además suele ir asociada ineludiblemente a la presuposición de que estás jóvenes con serios problemas para socializar ni tienen el físico de modelos de pasarela ni le dedican especial atención a su imagen. Gracias a famosas como Megan Fox (frikaza como pocas) o a la presencia de las chicas Suicide se ha demostrado que de eso nada, monadas. Los tópicos caen por su propio peso.

Al fin y al cabo, ¿qué es ser un friki? ¿Que te apasionen cosas como las historias de libros y cómics? ¿Vestirte para salir a la calle como tus ídolos favoritos? Entonces, ¿no es igual de friki aquel que hace la tesis doctoral sobre el Quijote o la Ilíada y se la sabe al dedillo? ¿O el que va a al campo de fútbol/cancha de baloncesto con la equipación de su jugador favorito? ¿Y si nos salimos de la palabra escrita? ¿Es malo que te apasionen cosas como el montañismo, la pastelería, la danza o los Sex Pistols? Yo creo que no; creo que es bonito que encontremos cosas que nos apasionen, que hagan que nos brillen los ojos cuando las oímos mencionar y de las que podríamos pasar horas y horas hablando. Es bonito que podamos disfrutarlas sin vergüenza y compartirlas con los demás, sin que por ello nos juzguen. Así que desde mi pijama de Star Wars y mis calcetines de Capitán América, os digo...

¡Feliz día del orgullo friki!

Ruth

Cremas faciales para hombres con protector solar.

¡Hola bestias! 

Esta semana hemos recibido una duda muy interesante, y puesto que no pertenecía a la sección de "Estilismos a la carta", si no que abre la veda para un tipo de duda completamente distinto, he decidido contestarla hoy jueves aprovechando que tocaba actualización. 

El correo en cuestión es este: 

Voy a aprovechar para recalcar distintas cosas que me parecen  importantes y que de vez en cuando voy comentando.

-  Hidratar la piel es muy importante (Tanto por dentro como por fuera) para que no se nos pele, cuartee  o nos estire. Es algo que debemos hacer diariamente.

-El protector solar es indispensable, sobre todo ahora que empieza a caer fuerte el sol. Cuando dejamos que nuestra piel se queme estamos perjudicando gravemente nuestra salud, con esto no quiero decir que no tomemos el sol, porque recibir rayos de sol también tiene cosas positivas para nuestro organismo, pero es necesario  que usemos protector solar al exponernos. El protector solar puede librarnos de muchos disgustos a largo plazo, como la aparición de melanomas o el envejecimiento prematuro de la piel, y a corto de quemarnos como trozos de carne en una barbacoa. A nivel estético el protector también hace su función, pues el uso de protector impide que nos salgan más pecas y pequitas por el cuerpo.

-Cualquier crema por la que paguemos más de 30€ estamos pagando la marca y no los componentes de la crema.  Esta declaración es muy contundente, pero es así. No existen cremas mágicas, existe la constancia y los buenos principios activos, pero no la mágia (lamentablemente) así que aunque compremos una crema de 70€ si solo nos la ponemos una vez al mes, no vamos a conseguir ningún efecto.

Pues bien, ahora ya centrándonos en el correo, voy explicar como funciona esto de las cremas hidratantes con protector solar, porque tu chica te hizo una gran recomendación.

Cuando compramos una hidratante esta puede tener distintos atributos, pues no es lo mismo que tengamos la piel seca que la piel grasa (que una piel sea grasa no significa que esté hidratada  GRASA ≠ AGUA) y entre otros puede tener protector solar. El problema de estas cremas es que la protección solar que llevan suele ser muy baja (menos de 15) y si es complicado encontrarlas en el mundo  de las cosmética femenina, en la másculina ni te cuento. Así que hay distintas opciones (unas mejores que otras): 

Opción 1: Por un lado podemos adquirir una crema unisex que lleve protector solar y sea para todo  tipo de pieles, desde mi experiencia yo recomiendo esta: 

SENSITIVE SKIN  

De Crea-m

Precio:  19,36

Actualmente es la que estoy utilizando, tiene un olor muy suave y una textura muy agradable, además cuenta con una protección solar de 20. 

Durante mucho tiempo estuve usando la crema hidratante de Mercadona que también lleva protector solar, pero es muy bajito y diría que insuficiente, aun así también tiene un olor muy agradable. 

Opción 2: Esta no es una opción muy recomendable, pero entendería que algunos chicos decidieran tomarla, aun así no sería lo más adecuado para ti si dices tener la piel clara. Claro que de no usar nada a usar algo... 

Se trata de elegir una crema para hombre que lleve fotoprotección ¡Problema! Aquellas que llevan una alta protección son caras o cuestan de encontrar (yo solo he visto un par y todas superaban los 50€)

Aun así he encontrado esta, que será muy sencilla de encontrar también en formato físico, probablemente huela como la mayoría de las cremas de Nivea, bien. Nivea es una gama media baja a nivel calidad precio a mi parecer, pero es una opción.  Y cuesta solo 7 euritos aunque solo lleva una FPS de 8.

Opción 3: Esta es sin duda la mejor opción de todas, que es usar protector solar y crema hidratante a la vez. ¡¿Pero Ari cómo voy a hacer eso?! Pues sí señoritas y caballeros, se pueden usar ambas cosas a la vez. 

Por un lado tenemos nuestra hidratante, aquella que nos hace sentir la piel elástica e hidratada, que nos gusta su olor y que además se adapta a nuestras necesidades (como puede ser el tipo de piel que tengas) y por otro tenemos un protector solar de FPS 30 mínimo (que es la protección ideal) en el recibidor de nuestra casa para ponérnoslo cada vez que salimos a la calle. Este protector debe ser facial y no corporal, porque no debemos usar cremas corporales en la cara pues no tenemos el mismo tipo de piel en un moflete que en el codo. Los protectores solares no necesariamente tienen que oler a playa (aunque personalmente adoro cuando alguien huele a protector solar), podemos encontrar todo tipo de protectores de buena calidad en farmacias para poder usarlos durante todo el año sin oler a salitre. 

Por ejemplo Isdin es una buena marca de protector solar y cuenta con líneas de protector bastante fluidas, con protección desde 25 hasta 100 a precios entre 15€ y 25€

Si eligiéramos esta opción, podríamos combinar ambas cosas, primero nos podríamos la hidratante y seguido el protector, sin que uno anule al otro ni nada por el estilo.  Recordad que las hidratantes no siempre hacen la misma función que el Aftershave y que a veces vuestra piel lo que necesita es ambas cosas, hidratante para hidratarla y Aftershave para que no se os quede sensible o con rojeces. 

Y con esto doy por zanjado el tema, espero haber servido de ayuda y no dudéis en mandar vuestras preguntas sobre cosméticos o aplicación de productos. 

Mordiscos, Ari. 

Estilismos a la Carta: arreglao' pero informal

Después de muchas semanas sin recibir ninguna petición, ¡hemos encontrado otro reto en nuestro buzón!

Como podéis ver, en este caso, en lugar de pedirnos un conjunto basado en una prenda concreta, este chico nos pide que creemos un estilismo de cero según unas directrices concretas: necesita ropa para ir a trabajar sin parecer un estudiante pero tampoco su padre. Y también quiere un reloj (¿se habrá leído nuestro anterior post, en el que hablábamos de la importancia de los accesorios? Chan, chan, chan...) Challenge accepted!

Veréis, esta petición responde a lo que yo llamo la crisis de armario masculina de los 20. Durante la adolescencia, la mayor parte de los chicos se mueven entre dos aguas: los vaqueros por un lado y el chándal por el otro, con alguna puntual escapadilla al país del traje formal (y generalmente horrendo, elegido por mamá) en ocasiones especiales. De ahí no los saques, excepto en casos muy especiales. Pero según se van haciendo mayores (y más coquetos) ven que esas pobres opciones no cubren todas sus necesidades, que el traje es demasiado exagerado (y feo, que sigue siendo feo) para sus nuevos eventos sociales, pero empiezan a sentirse menos cómodos con sus vaqueros de toda la vida. Necesitan más opciones, pero no saben por donde tirar, como le ocurre a nuestro solicitante. 

Para todos estos casos, este post esperamos que os sea útil. En uno de nuestros anteriores estilismos, el de las botas de motero del infierno, os hablábamos de la importancia de un buen jersey para equilibrar un estilismo agresivo. Pero el punto no sólo os sirve para eso. Tambiél el siemple hecho de cambiar una sudadera por un jersey de punto sirve para que un conjunto casual de vaqueros y botas sea algo más formal. 

¡El punto es vuestro amigo, jóvenes adultos! 

No, no hace falta que sea en forma de chalecos a lo Chandler Bing. 

Tenemos otras opciones mucho más interesantes.

 

Esa es la primera clave. La segunda es....CHINOS. 

No, estos no. 

ESTOS:

Esto es lo que en cuanto a pantalones se denomina unos chinos, aquí y en Londres. No son pantalones de vestir, pero son algo así como la versión vaqueros de los pantalones de pinzas de traje. Los distinguiréis fácilmente porque sus bolsillos traseros son cortados (así, como internos, y a veces con un botoncito); visten mucho más que unos vaqueros de colores, son cómodos y muy socorridos. Con esto y una americana vais bien vestidos para multitud de ocasiones. 

Por último, el tercer puto esencial es el calzado. En mi anterior post os lo remarqué, pero nunca es suficiente: necesitáis un par de zapatos de vestir. O como mínimo unas zapatillas no deportivas, con aire de zapato, de esas que parecen de piel. Unos náuticos, si preferís. Pero, por muy vestidos que vayáis, nunca daréis un aire formal si vais con unas zapatillas como estas:

  

En resumen, si aplicamos todas estas directrices, podemos obtener algo así para nuestro lector:

La propuesta, como veis, se basa en unos chinos de color tierra ( en tierra o arena son las mejores elecciones de color, si sólo podéis permitiros unos, porque combinan con todos los demás colores), un polo de manga corta de un color fuerte (muy apropiado para la primavera; las camisetas básicas de algodón son cómodas, pero un polo viste más porque tiene cuello) y varias opciones de punto; tenéis una chaqueta normal, de entretiempo de color gris, otra de lanita para invierno en un color más frío y con cuello y, por último, una opción de jersey que le va muy bien a un cuello de polo o camisa (por supuesto el clásico cuello de pico o redondo siempre son un acierto).
De calzado vemos tres opciones: botines cortos y cómodos, de diario, zapatos de cordones troquelados más vestidores y por último unos a medio camino entre un zapato y unas zapatillas.  A gusto del consumidor, todos consiguen un efecto muy maduro pero a la vez dinámico y cómodo.
En cuanto al punto que era tan importante para nuestro lector, el reloj, personalmente para un chico joven que no es aficionado a la ropa formal fuera de su ámbito yo me decantaría por un reloj lo más sencillo posible de correa de cuero en marrón o negro, según lo prefiera. El reloj de cadena metálico me resulta un poco fuera de lugar para alguien que no suele vestir camisa, y el de correa clásico siempre es un acierto.

Este ha sido un poco más largo de lo normal, pero espero que lo hayáis encontrado útil y completo.
¡Hasta la próxima carta!

Ruth

Los complementos para ellos

Feliz domingo un poco nubladito a todos, queridas bestias. Y si el sol nos da un respiro, ¿qué mejor manera de pasar el domingo que bloggeando un poco?

En el vestir, existe una ley no escrita que reza: 

"En los complementos reside el poder de convertir un estilismo cualquiera en un tremendo éxito o el más rotundo de los fracasos".

 Y es una gran verdad; antes o después os habréis dado cuenta de que un vestido un poco sosete puede pasar a ser una apuesta segura echando mano de tal par de zapatos o no sé qué cinturón, o que los mismos vaqueros aburridos y camiseta blanca básica que nos ponemos todos los días, con un colgante y un sombrero parecen propios de la celebrity de turno. 

Los complementos, de cualquier tipo son muy importantes, y eso lo sabemos todos. ¿Todos?

Porque de un tiempo a esta parte me he percatado de que existe un importante sector masculino que parece tener alergia a los complementos; desconozco el por qué (agradecería que los lectores varones me ilustraran en los comentarios), pero de las prendas básicas no los sacas, quizás una gorra si han de salir al aire libre, pero como menciones la joyería masculina fruncen el ceño y huyen despavoridos. 

Me planteo que puede ser porque, al contrario que ocurre con nosotras, nadie los ha informado correctamente de todas las opciones con las que cuentan y se encuentran un poquillo perdidos al respecto. 

Pues bueno, Bellas al rescate, en la entrada de hoy vamos a ver qué tipos de complementos podemos encontrar para hombre y cómo combinarlos.

Tipos de complementos

Principalmente los podemos categorizar en estos grupos: 

1. Sombreros: gorras, sombreros, gorros de lana, viseras, todo lo que podáis poneros en la cabeza. Incluso quizás un peinado con personalidad (unas rastas, o un trenzado) podría considerarse un accesorio a vuestra imagen. No sin motivo los sombreros Stentson son un clásico de la moda masculina. Para los que no estéis acostumbrados a cubriros la cabeza si no es porque hace mucho frío o mucho calor, un sombrero viste tanto como un buen traje si se lleva bien, pero tampoco caigáis en el error de poneros un borsalino hasta para ir a sacar al perro porque vais a parecer un mafioso de Miami.

2. Joyería masculina: Sé en lo que estáis pensando....

 

Pero nada más lejos de mi intención. Generalmente, la joyería masculina (elegante) suele alejarse de los dorados excepto en casos muy especiales y optar por metales mate, sin brillo ni  piedras. Mucha se confecciona con cuero u otros materiales tejidos, con remaches o detalles metálicos. Existen muchas posibilidades sin necesidad de parecer un rapero trasnochado ni vuestra tía abuella Tessie. Fijaos en Johnny Depp; es famoso por ir siempre más adornado que un árbol de Navidad, y sigue estando considerado uno de los hombres más sexys del mundo. No olvidéis tampoco que los piercings van en esta categoría. 

Mención especial en esta sección para los relojes, que desde que llevamos el móvil en el bolsillo hemos olvidado. De bolsillo con traje, de pulsera para diario, no os podéis imaginar lo que visten y la clase que dan si son discretos. 

 

3. Gafas: de sol o de vista, pasó la época en que llevar gafas era una tara porque hoy en día hay modelos muy favorecedores. Tanto que los hay que las llevan sin cristales, sólo como accesorios innecesario, porque no lo negaremos, dan un aire interesante. Lo importante es elegir un modelo que os favorezca, y no tirar de "siempre he llevado estas, ni me pruebo más". En este caso, ni siquiera hace falta gastar mucho dinero en un modelo de diseñador. Que sean cómodas. Las vais a ver hasta hartaros. 

  

 4. Vello facial: hoy en día, el vello facial en el hombre está más de moda que nunca, de todas las formas y colores, desde un discreto bigote vintage a la más poblada barba de filósofo griego. Siempre bien recortada y cuidada. Nada da peor imagen que una barba descuidada, no digamos ya llena de miguitas y suciedad. Si no vais a poder invertir (tiempo o dinero) en cuidarla, bien vosotros o bien un barbero, pensáoslo dos veces.

5 Pañuelos, bufandas, foulares... No sólo nosotras tenemos derecho a protegernos el cuello de esas corrientes traicioneras. Visten mucho si se llevan bien combinados con los colores de la ropa que vestís (para no equivocaros, los colores neutros siempre son un acierto), y tenéis muchas maneras de anudarlos. 

6. Cartera, bolso, bandolera, riñonera. Todos ellos tienen su momento y su lugar, aunque hoy en día existen modelos que se adaptan a casi todas las ocasiones. ¿A trabajar de uniforme y con mochila? ¿Por qué no? Vosotros podéis permitiros esa comodidad (nosotras un poco menos), así que ¡aprovechada! Eso sí, las riñoneras casi mejor dejarlas como un accesorio deportivo nada más...

7. Cinturones o tirantes: preferiblemente, los primeros, a no ser que la ropa que hayáis elegido permita que los llevéis con honor y sin que parezca que os sujetan el braguero. Y siempre en armonía con el calzado que hayáis elegido. 

8. Calzado adecuado: ¿por qué creéis que las mujeres tenemos tal obsesión por los zapatos, en nuestra mayoría? Porque el par de zapatos perfecto puede ser el único responsable de que seas la mejor vestida de una fiesta, y con vosotros pasa exactamente lo mismo. Espero poder dedicar pronto una entrada únicamente a este tema, pero no es necesario que vistáis siempre zapato de cordones; una zapatilla un poco más arreglada puede vestiros igualmente. Eso sí: el calzado, limpio y cuidado. Las zapatillas destroyer llenas de agujeros tienen una franja de edad, no lo olvidéis. Pero no por ello deben de perder su punto transgresor; un calcetín divertido con un estilismo totalmente clásico puede ser el toque justo y necesario. 

9. Accesorios con traje: ya los cubrí en una entrada anterior, si pincháis en el enlace podréis verlos. 

Unas pequeñas directrices sobre complementos

• Ni muchos, ni pocos: ahora ya sabemos TODAS las posibilidades que nos ofrece la moda masculina para accesorizar vuestros estilismo, ¡pero no vayáis a caer en el error de ponéroslos todos al mismo tiempo! El exceso en este caso es mucho peor que el defecto, porque puede resultar ridículo, en lugar de solamente soso. Para no equivocaros, siempre acertaréis si elegís como puntos clave del conjunto que llevéis tres accesorios o menos.

• Una buena distribución: lo ideal en cuanto a colocar complementos es que penséis que crean un recorrido por vuestro cuerpo, que marquen una línea visual que haga que os miren de pies a cabeza. Por ello, es preferible que no centréis todos los complementos en la misma zona.

• Cuidado con las prendas estrella: hay prendas de ropa con demasiada personalidad como para añadirles demasiada fanfarria. Si optáis por unos vaqueros rotos, una camiseta con un estampado muy chillón o unas zapatillas de colorines, quizás deberíais pensar en mantener al mínimo el resto de accesorios para que no quiten protagonismo a esas prendas tan especiales. 

• Combinaciones posibles: quizás penséis que hay A, B, C de posibilidades y ya no sepáis salir de ahí, pero nada más lejos. Hay tantas combinaciones como complementos y ocasiones, por lo que la cuestión es ir probando y ver qué funciona mejor con vosotros, con qué os sentís más cómodos. 

Aquí os dejo algunos ejemplos:

Gorrito, un colgante sencillo y utilizar una camisa de cuadros como chaqueta sobre una camiseta básica. Sencillo pero efectivo. 

Zapatillas de un color potente, reloj, pulseras y una gorra. 

Curiosamente el recorrido va  de abajo a arriba. 

Un chaleco así necesita poco más. El cinturón es un acierto; el colgante quizás sobra un poco, para mi gusto, al menos a esa altura. 

Borsalino, gafas y un reloj (quizás también las zapatillas). Los tatuajes en este caso podrían considerarse fácilmente un complemento más. 

¡Perded de una vez el miedo a los accesorios! Sabemos mejor que nadie que a veces da mucha pereza, pero son una herramienta demasiado sencilla para sacaros provecho como para no utilizarla. 

Mordisquitos cariñosos, 

Ruth